La lluvia ácida es una forma de contaminación ácida, que hace referencia a la caída (deposición) de ácidos presentes en la atmósfera a través de la lluvia, niebla y nieve (también conocida como deposición húmeda)
La lluvia ácida se mide según la escala de "pH", potencial hidrógeno. Cuanto más bajo sea el pH de una sustancia, es más ácida.
¿Cómo se puede reducir la lluvia ácida?
Para reducir la lluvia ácida es necesario disminuir la emisión de los compuestos químicos que dan origen a los ácidos, es decir, de los precursores de los ácidos, los cuales son principalmente el bióxido de azufre (SO2) y los óxidos de nitrógeno (monóxido de nitrógeno, NO, y bióxido de nitrógeno, NO2).
En la actualidad se puede disminuir la formación de SO2 eliminando el azufre de los combustibles fósiles o atrapando los SOx antes que se emitan a la atmósfera, mediante reacciones químicas que los transforman en especies químicas menos reactivas. La utilización de convertidores catalíticos disminuye la formación de NO y NO2, puesto que reducen dichos óxidos a N2 y O2.
Una política nacional para reducir esto, es precisamente la disminución de estos químicos dañinos, generando conciencia social y promoviendo programas internacionales para generar conciencia sobre las repercusiones que estos problemas pueden traer.
Ivan Guadarrama
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